
En esta noticia, el mensaje es claro: el que habla se muere y punto.
En el fondo, la comunicación sirve para que los otros hagan las cosas que el uno quiere que hagan, y viceversa. Así, ella nos permite influir y ser influidos, así se trate de educar, informar, cohesionar, persuadir y todo lo contrario.
En el fondo, la comunicación sirve para que los otros hagan las cosas que el uno quiere que hagan, y viceversa. Así, ella nos permite influir y ser influidos, así se trate de educar, informar, cohesionar, persuadir y todo lo contrario.
Pero, ¿qué es lo que quiere el uno que hagan los otros? Pues lo que sea que este quiera, desde traspasar un conocimiento o información, lograr que se adopte una actitud o hasta , el fin último, lograr una conducta de los otros frente a algo o alguien.
Lo que se reconoce aquí es que el uno debe tener algún poder. Poder en su concepción original: el de las relaciones entre las personas o grupos de personas.
De esta manera, la comunicación es un instrumento del poder. Lo cual es lógico pues la comunicación es un medio y no un fin. El fin es lo que la comunicación debe lograr.
De otro lado, las formas de lograr que el otro haga algo son tres: a) la forma coercitiva, es decir, obligándolo por la fuerza o la ley; b) la forma retributiva, o sea, pagándole o haciendo trueques; y, c) la forma persuasiva. Está última utilizada por la comunicación.
De otro lado, la comunicación no solo se hace con palabras sino también con los gestos, actitudes, conductas y hechos. Entonces, las formas coercitiva y retributiva también son formas de comunicación. Así, con todo se puede comunicar, todo sirve de una u otra forma...
Los mensajes pueden adoptar muchas formas, incluso el asesinato, lamentablemente.
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